TÉCNICAS DE ESTUDIO
1. Rutina de Estudio
Una rutina de estudio eficaz se divide en tres etapas:
Antes de clase: Lee los textos necesarios para tu clase, anota tus dudas, escribe las ideas principales con tus propias palabras y subraya lo más importante (ideas, conceptos, ejemplos, fechas, etc.), usando diferentes colores si lo deseas. Es recomendable crear una guía de estudio.
En clase: Toma apuntes con tus propias palabras, incluyendo ejemplos, palabras clave, posibles preguntas y temas enfatizados. Si hiciste la guía de estudio, escribe sobre ella.
Después de clase: Dentro de las 24 horas siguientes, estudia un mínimo de una hora y aplica tus técnicas de estudio preferidas. Para el repaso, dedica al menos 30 minutos el fin de semana para reforzar los temas de la semana.
2. Lectura
La lectura es fundamental para asimilar cualquier texto. Se proponen dos tipos:
Lectura exploratoria o pre-lectura: Una primera lectura rápida que te acerca al texto o narración.
Lectura comprensiva: Después de la primera lectura, se realiza una lectura más profunda. Es recomendable detenerse en cada párrafo y elaborar una pequeña comprensión oral para ir internalizando el contenido.
3. Subrayado
El objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto. Al leer solo lo subrayado posteriormente, se puede recordar el contenido. Las teorías psicológicas de la percepción humana fundamentan esta técnica, ya que la memoria se fija mejor en las cosas que se resaltan. Subrayar también es indispensable porque nos mantiene despiertos y activos mientras leemos, y evita tener que leer todo el texto de nuevo.
4. Tomar Apuntes
Consiste en elaborar el texto con palabras propias a partir de lo que se subrayó en el paso anterior, sin copiarlo literalmente. Esto ayuda a darse cuenta de cuánto se ha asimilado del texto. Es importante respetar los términos particulares que no pueden ser reemplazados.
5. Resumen
Consiste en redactar el contenido de cada parte de un texto según un esquema. Es importante hacerlo con palabras propias, utilizando vocabulario y expresiones adecuadas. En ocasiones, si se tiene un buen esquema, se puede obviar este punto gracias a la memoria fotográfica y la facilidad de expresión.
6. Elaborar Mapas Mentales
El primer paso es crear un nodo central con el tema principal, y luego crear varias ramas con las ideas principales. El siguiente paso es desarrollar estas ideas. Este proceso de creación de mapas mentales te ayuda a aprender y a resumir todo el temario, lo que favorece la conexión de ideas. Es recomendable añadir recursos visuales como imágenes para hacerlo más visual.
7. Fichas de Estudio
También conocidas como Fichas de Repaso o Flashcards, son tarjetas de dos caras que se usan para estudiar y repasar conceptos, fechas, fórmulas, vocabulario o cualquier otro contenido. En el frente se inserta un dato, pregunta, palabra o imagen, y en el reverso se añade su explicación, traducción o sinónimo. ¡Las posibilidades son infinitas!
8. Utilizar Reglas Mnemotécnicas
Son estrategias que nos ayudan a recordar contenidos difíciles de memorizar, como listas, fechas o números. En momentos de ansiedad, como en un examen, pueden facilitar el recuerdo de los contenidos. Se emplean asociando un término de difícil asimilación a otro que ya sea conocido.